Se trata de una técnica de masaje que consiste en trabajar no sólo los músculos, sino también los huesos del cráneo.
El método activa los procesos naturales del organismo e invierte el proceso de envejecimiento. El método restaura y mantiene la estructura muscular del rostro y levanta las capas más profundas de la piel, garantizando un efecto duradero.
A medida que envejecemos, nuestro rostro se agranda, se aplana y se desliza hacia abajo. Esto es debido al aumento de los depósitos de grasa, a la descamación de los tejidos blandos y a los cambios relacionados con la edad en los huesos, que divergen a partir de los 35 años.
El tono muscular del rostro disminuye y se produce una acumulación gradual de grasa en lugares determinados bajo la piel. La estructura y la configuración cambian, la piel se descuelga, aparece una hinchazón bajo los ojos y una hinchazón general del rostro.
Korugi es esencialmente un lifting manual. El masaje Korugi forma el triángulo de la juventud, levanta los pómulos, unifica la zona del escote y mejora el drenaje linfático.
La esencia del masaje Korugi es bastante sencilla: nuestro cráneo está formado por muchos huesos blandos y flexibles que pueden moverse en la dirección que queramos.
El efecto del Korugi (el método Nosenjo de Fujikawa Emiko) es mucho más largo que el de un masaje. El masaje normal dura 3 días y el masaje Korugi 1 mes.